Duda metódica

La duda metódica , en la filosofía cartesiana, es una forma de buscar la certeza dudando de todo de manera sistemática, aunque tentativa. Primero, todas las declaraciones se clasifican según el tipo y la fuente de conocimiento , por ejemplo,conocimiento de la tradición, conocimiento empírico y conocimiento matemático. Luego, se examinan ejemplos de cada clase. Si se puede encontrar una manera de dudar de la verdad de cualquier declaración, entonces todas las demás declaraciones de ese tipo también se descartan como duplicables. La duda es metódica porque asegura una exhaustividad sistemática, pero también porque no se afirma que todos —o incluso que alguno— enunciados en una clase dudosa sean realmente falsos o que uno deba o pueda desconfiar de ellos en un sentido corriente. El método consiste en dejar de lado como concebiblemente falsas todas las afirmaciones y tipos de conocimiento que no son indudablemente verdaderos. La esperanza es que, al eliminar todos los enunciados y tipos de conocimiento de cuya verdad se puede dudar de alguna manera, se encuentren algunas certezas indudables.

René Descartes Leer más sobre este tema René Descartes: Meditaciones ... caracterizadas por el uso de Descartes de la duda metódica, un procedimiento sistemático de rechazar como falso todo tipo de creencia en la que uno ...

En la primera mitad del siglo XVII, el racionalista francés René Descartes utilizó la duda metódica para alcanzar cierto conocimiento de la autoexistencia en el acto de pensar, expresado en la proposición indudable cogito, ergo sum("Pienso, luego existo"). Encontró que el conocimiento de la tradición es dudoso porque las autoridades no están de acuerdo; conocimiento empírico dudoso debido a ilusiones, alucinaciones y sueños; y el conocimiento matemático se puede duplicar porque la gente comete errores al calcular. Propuso un demonio todopoderoso y engañoso como una forma de invocar la duda universal. Aunque el demonio podría engañar a los hombres sobre qué sensaciones e ideas son verdaderamente del mundo, o podría darles sensaciones e ideas de las cuales ninguna es del mundo verdadero, o incluso podría hacerles pensar que hay un mundo externo cuando no lo hay, el demonio no podía hacer que los hombres pensaran que existen cuando no es así.