Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano

Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano , por nombre Conferencia de Estocolmo , la primera conferencia de las Naciones Unidas (ONU) que se centró en cuestiones ambientales internacionales. La conferencia, celebrada en Estocolmo, Suecia, del 5 al 16 de junio de 1972, reflejó un creciente interés en los problemas de conservación en todo el mundo y sentó las bases para la gobernanza ambiental global. La declaración final de la Conferencia de Estocolmo fue un manifiesto ambiental que fue una declaración contundente de la naturaleza finita de los recursos de la Tierra y la necesidad de que la humanidad los salvaguarde. La Conferencia de Estocolmo también condujo a la creación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en diciembre de 1972 para coordinar los esfuerzos mundiales para promover la sostenibilidad y salvaguardar el medio ambiente natural.

Las raíces de la Conferencia de Estocolmo se encuentran en una propuesta de 1968 de Suecia de que la ONU celebre una conferencia internacional para examinar los problemas ambientales e identificar aquellos que requieren cooperación internacional para resolverlos. A la conferencia de 1972 asistieron delegaciones de 114 gobiernos. (Fue boicoteado por países del bloque soviético debido a la exclusión de la República Democrática Alemana [Alemania Oriental], que no ocupaba un escaño en la ONU en ese momento). Los documentos creados durante la conferencia influyeron en el derecho ambiental internacional; un ejemplo notable fue la declaración final, que elucidó 26 principios relacionados con el medio ambiente. La conferencia también produjo el "Marco para la acción ambiental", un plan de acción que contiene 109 recomendaciones específicas relacionadas con los asentamientos humanos, la gestión de los recursos naturales, la contaminación,aspectos educativos y sociales del medio ambiente, desarrollo y organizaciones internacionales.

La declaración final fue una declaración de derechos humanos, así como un reconocimiento de la necesidad de protección ambiental. El primer principio comenzaba “El hombre tiene el derecho fundamental a la libertad, la igualdad y condiciones de vida adecuadas, en un entorno de calidad que permita una vida digna y de bienestar”. La necesidad de preservar el medio ambiente no se opone al desarrollo económico. De hecho, su interdependencia se estableció explícitamente en los principios 8 y 9.

La declaración final también trató varios otros temas. Estos temas incluyeron:

  • la necesidad de conservación, incluida la preservación del hábitat de la vida silvestre (principio 4),
  • evitar la contaminación de los mares (principio 7),
  • el amplio uso de recursos no renovables (principio 5),
  • la importancia de desarrollar una planificación coordinada (principios 13-17),
  • la importancia de la educación ambiental (principio 19),
  • la facilitación de la investigación científica y el libre flujo de información (principio 20),
  • el desarrollo del derecho internacional sobre la contaminación y los daños ambientales (principio 22),
  • y la eliminación y destrucción de las armas nucleares (principio 26).