Café cubano

Café cubano , (en español: “café cubano”) también llamado cafecito o espresso cubano , tipo de espresso originario de Cuba que ha sido endulzado con azúcar demerara durante la preparación. Por lo general, se elabora con granos de café finamente molidos, tostados oscuros.

Preparación y variantes

El café cubano tradicional se elabora en una cafetera moka , una máquina de espresso de origen italiano que se enciende en la estufa. Las primeras gotas de café se agregan a una taza que contiene azúcar demerara y se baten vigorosamente hasta que la mezcla se torne de color marrón claro y aparezca una espuma espesa . (A diferencia de la crema producida mecánicamente que remata el espresso tradicional, la espuma surge específicamente de esta mezcla característica de azúcar y espresso durante el proceso de preparación). Una vez que se completa la infusión, se vierte sobre la mezcla y la espuma sube a la superficie. La bebida resultante es oscura y mucho más fuerte que muchos otros cafés.

El café cubano se sirve comúnmente en tazas demitasse de cerámica en casa o en restaurantes. Se pueden usar vasos de plástico o espuma de poliestireno cuando se compra la bebida en ventanitas (vendedores ambulantes). El café cubano en grandes cantidades, generalmente de cuatro a seis porciones del tamaño de un trago, se llama colada . Cuando se cubre con leche al vapor, la bebida se conoce como cortadito , y café con leche se refiere a una taza alta que contiene mucha más leche que café.

Historia y costumbres sociales

La planta de café se introdujo en Cuba en 1748, pero el cultivo de café no se convirtió en una industria adecuada hasta la década de 1790, cuando la isla recibió una afluencia de ciudadanos franceses que huían de la Revolución Haitiana. Principalmente cultivado en plantaciones en las regiones montañosas de Cuba, el café creció para igualar al azúcar en importancia económica a mediados del siglo XIX. El consumo interno se disparó a medida que los cubanos incorporaron el cultivo de fácil acceso en sus rutinas diarias. Lo que fuera de Cuba se conoce como café cubanose convirtió en la forma estándar de café para los cubanos en la isla. El auge del café en Cuba hizo que el país se convirtiera en el principal exportador mundial de café en la década de 1940 y produjera un récord de 60.000 toneladas en 1960-61, pero la Revolución Cubana de 1959 dio como resultado una economía nacionalizada que diezmó rápidamente la industria cafetera de la isla. A pesar del declive del café como cultivo lucrativo, el café cubano sigue siendo una parte integral de la cultura cubana.

Muchos cubanos están acostumbrados a beber café cubano varias veces al día. En el desayuno se consume con frecuencia en pequeñas cantidades junto con pan tostado (pan cubano tostado). Acompaña a otros platos básicos culinarios en el almuerzo y la cena. Aquellos que prefieran saborear el sabor único pueden limpiar su paladar previamente con un vaso de agua fría. Es común beber café cubano mientras se socializa con amigos y familiares, y los invitados pueden esperar que se les ofrezca una taza al ingresar a un hogar tradicional cubano. Por esta razón, el café cubano goza de un estatus especial como bebida pausada, en contraste con el papel más funcional que suele jugar el café en los Estados Unidos.

Café cubano moderno

El café cubano moderno es una especie de sombra de su forma prerrevolucionaria. Además de reducir drásticamente la producción de café en Cuba, el embargo estadounidense de décadas sobre la isla cortó cualquier comercio con una de las economías más grandes del mundo. El lento crecimiento económico de Cuba en los años posteriores a la revolución obligó a su gobierno socialista a reducir los costos de las raciones de café. En lugar de distribuir granos de café puro, proporcionó a sus ciudadanos una mezcla mensual de café molido y chícharo (una legumbre similar a un peral). En años con malas cosechas de café, el país importaba granos Robusta baratos.

Para la comunidad de inmigrantes cubanos en los Estados Unidos, café cubano ha conservado solo una parte de su herencia insular. Si bien el proceso tradicional de tostado y elaboración ha permanecido igual en el siglo XXI, dos de las marcas de café cubano más antiguas y conocidas, Café Bustelo y Pilon, fueron compradas por un conglomerado estadounidense en 2011 que se basaba principalmente en granos de Arábica provenientes de otras partes del mundo en lugar de granos de café cultivados en Cuba.

Myles Hudson