Negligencia contributiva

Negligencia contributiva , según la ley, comportamiento que contribuye a la propia lesión o pérdida y no cumple con el estándar de prudencia que uno debe observar por su propio bien. La negligencia contributiva del demandante se alega con frecuencia en defensa de un cargo de negligencia.

Históricamente, la doctrina surgió de la desconfianza en los jurados, que generalmente han sido más comprensivos con los demandantes en demandas por lesiones personales. La política de no repartir la responsabilidad entre las partes en los juicios (es decir, acusar a cada una de una fracción de la culpa) también fomentó la doctrina.

La negligencia contributiva generalmente surge en una demanda en la que un demandante ha acusado a un acusado de negligencia. El acusado puede entonces acusar al demandante de negligencia contributiva. En el derecho consuetudinario, si el acusado prueba este cargo mediante una preponderancia de pruebas, el demandante no puede recuperar ningún daño, incluso si el acusado fue negligente, porque la negligencia contributiva rompe la conexión causal entre la negligencia del acusado y la lesión o pérdida del demandante. En la ley inglesa desde la Ley de Reforma Legislativa (Negligencia Contributiva) (1945) y en muchos estados de los Estados Unidos, si se demuestra que el demandante ha contribuido a la lesión, aún se puede permitir la recuperación, pero se prevé una reducción equitativa de daños.

La negligencia contributiva debe distinguirse de varias otras doctrinas que a menudo se aplican en casos de negligencia: asunción de riesgo, que exime al demandado de la obligación de diligencia debida hacia el demandante cuando este se expone voluntariamente a ciertos peligros; última oportunidad clara, que permite que el demandante se recupere aunque haya sido contribuyente negligente, si el demandado tuvo la última oportunidad clara de evitar el percance.

Algunas autoridades critican la negligencia contributiva porque excusa a una de las partes (el acusado) a pesar de que ambas fueron negligentes. Una solución es la distribución de pérdidas: cobrar a ambas partes cuando ambas tuvieron la culpa. Esta práctica opera en derecho marítimo en Canadá y Australia y en la mayoría de los países de derecho civil ( por ejemplo, Francia y Alemania). Ver también negligencia.